La resurrección general de los justos, 18 de octubre
¡Despertad y cantad, moradores del polvo! Porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos. Isaías
26:19.
El Rey de reyes desciende en la nube, envuelto en llamas de fuego. El cielo se recoge como un libro que se enrolla, la tierra
tiembla ante su presencia, y todo monte y toda isla se mueven de sus lugares…
Entre las oscilaciones de la tierra, las llamaradas de los relámpagos y el fragor de los truenos, el Hijo de Dios llama a la vida a
los santos dormidos. Dirige una mirada a las tumbas de los justos, y levantando luego las manos al cielo, exclama: “¡Despertaos,
despertaos, despertaos, los que dormís en el polvo y levantaos!” Por toda la superficie de la tierra, los muertos oirán esa voz; y los
que la oigan, vivirán. Y toda la tierra repercutirá bajo las pisadas de la multitud extraordinaria de todas las naciones, tribus, lenguas y
pueblos. De la prisión de la muerte sale revestida de gloria inmortal gritando: “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, Oh
sepulcro, tu victoria?” 1 Corintios 15:55. Y los justos vivos unen sus voces a las de los santos resucitados en prolongada y alegre
aclamación de victoria.
Todos salen de sus tumbas de igual estatura que cuando fueron depositados en ellas… Pero todos se levantan con la lozanía y el
vigor de la eterna juventud… La forma mortal y corruptible, desprovista de gracia, manchada en otro tiempo por el pecado, se vuelve
perfecta, hermosa e inmortal. Todas las imperfecciones y deformidades quedan en la tumba…
Los justos vivos son mudados “en un momento, en un abrir de ojo”. vers. 52. A la voz de Dios fueron glorificados; ahora son
hechos inmortales, y juntamente con los santos resucitados son arrebatados para recibir a Cristo, su Señor, en los aires. Los ángeles [309]
“juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”. Mateo 24:31—Seguridad y Paz en el
Conflicto de los Siglos, 699, 702, 703.
Cuando los niñitos salen inmortalizados de sus lechos polvorientos, inmediatamente vuelan hacia los brazos de sus madres.—
Mensajes Selectos 2:297.
Amigos, a quienes la muerte tenía separados desde largo tiempo, se reúnen para no separarse más, y con cantos de alegría suben
juntos a la ciudad de Dios.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 703.
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Devocional

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