18 de noviembre | Mi vida Hoy | Elena G. de White | Grito de victoria de Pablo

¿Quien nos apartará del amor de Cristo? ¿Tribulación? ¿O angustia? ¿O persecución? ¿O hambre? ¿O desnudez? ¿O peligro? ¿O cuchillo?… Antes, en todas estas cosas hacemos más que vencer por medio de Aquel que nos amó. (Rom. 8:35, 37)

Pablo sufrió por amor a la verdad; sin embargo no se escapó una queja de sus labios. Al pasar revista a su vida de lucha, aflicciones y sacrificios, dice lo siguiente: «Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece, no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada». El grito de victoria que profirió el fiel siervo de Dios ha resonado en los siglos hasta llegar a nuestra época: «¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿O angustia’? ¿O persecución? ¿O hambre? ¿O desnudez? ¿O peligro? ¿O cuchillo?…Antes, en todas estas cosas hacemos más que vencer por medio de Aquel que nos amó. Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro».
Aunque por fin Pablo se vio recluido en una cárcel romana, con lo cual se lo privó de la luz y el aire, se cercenaron sus actividades evangélicas, y quedó momentáneamente a la espera de la condena de muerte, con todo no cedió a la tentación de la duda o el desaliento. De la lúgubre mazmorra surgió su postrer testimonio, henchido de fe y valor sublimes, con el cual inspiró a los santos y mártires de los siglos siguientes. Sus palabras describen con propiedad los resultados de…la santificación:…»Porque yo ya estoy para ser ofrecido, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he- acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida». (SL:68-69)
Las heridas y cicatrices debidas a la batalla serán para nosotros, como lo fueron para Pablo, los trofeos de la victoria. (Historical Sketches:130) (337)

MI VIDA HOY
Reflexiones para cada día
Elena G. de White

(1697)

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Category:

Devocional, Mi vida Hoy

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