17 de mayo | Devocional: Mi vida Hoy | Haz todo a gloria de Dios

Si pues coméis, o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo a gloria de Dios. (1 Cor. 10:31)

A fin de conservar la salud, es necesario ser templados en todas las cosas: en el trabajo, en el comer y el beber. Nuestro Padre celestial envió la luz de la reforma pro salud…para que quienes aman la pureza y santidad sepan cómo usar lo bueno con discreción. El ha tomado medidas en su beneficio y quiere que al practicar la temperancia en la vida diaria puedan ser santificados por la verdad. (Christian Temperance and Bible Hygiene:52)
Hay que tener mucho cuidado para formar hábitos correctos en el comer y el beber. La comida debe ser la que forme sangre sana. Hay que respetar los delicados órganos de la digestión. Dios exige que, mostrándonos templados en todas las cosas, hagamos nuestra parte para conservar la salud…La forma en que tratamos nuestro estómago afecta enormemente nuestra experiencia espiritual. El comer y el beber de acuerdo con las leyes de la salud fomenta el proceder virtuoso. (RH, 27-05-1902)
Debe dominar el principio y no la gula o la fantasía…Ser fiel a Dios significa mucho. El tiene derechos sobre todos los que se entregan a su servicio. Quiere que la mente y el cuerpo se conserven en la condición más saludable, que cada facultad y don estén sometidos al dominio divino, y se mantengan tan vigorosos como sea posible merced a cuidadosos y estrictos hábitos de templanza…La templanza en el comer y el beber, en el sueño y el vestido, es uno de los grandes principios de la vida religiosa. La verdad, al morar en el santuario del alma, regirá el trato que se dé al cuerpo. (6T:374-375)
Cuanto mejor observéis las leyes de la salud, tanto más claramente discerniréis las tentaciones y mejor las resistiréis; además de comprender con mayor agudeza el valor de las cosas eternas. Dios permita que saquéis el mejor provecho de los privilegios y las oportunidades del presente, para que diariamente podáis obtener nuevos triunfos, y finalmente entréis en la ciudad de Dios, como los que habrán vencido por la sangre del Cordero y la palabra de su testimonio. (YI, 25-08-1886) (146)

DEVOCIONAL MI VIDA HOY
Reflexiones para cada día
Elena G. de White



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Devocional, Mi vida Hoy

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