17 de enero | Devocional: Exaltad a Jesús | La primera pascua de Jesús
Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua; y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén
conforme a la costumbre de la fiesta. Lucas 2:41-42.
José y María iban cada año a Jerusalén para asistir a la fiesta de la pascua, de acuerdo con los requerimientos de la ley judía. Los días de la infancia de Cristo habían terminado. Ahora entraba al período de la juventud. Como era su costumbre, José y María se prepararon para realizar el largo viaje a Jerusalén. Llevaron a Jesús con ellos. Viajaban en compañía de muchos otros que también se dirigían a Jerusalén para observar esta fiesta solemne.
Es imposible que las mentes humanas puedan comprender las reflexiones del Hijo de Dios al contemplar con interés el templo por vez primera. No podemos hacer conjeturas acerca de qué clase de pensamientos se despertaron dentro de su pecho al recorrer los atrios y al observar y discernir la obra de los sacerdotes ministradores, el altar con su víctima sangrante, el incienso santo que se elevaba hacia Dios, y los misterios del lugar santísimo detrás del velo, y al comprender la realidad que estas ceremonias prefiguraban. Cristo mismo era la clave que podía revelar la verdad acerca de estos misterios sagrados, comprendidos borrosamente por José y María. Todos habían sido instituidos para representar a Cristo y encontraron su cumplimiento en su muerte.
La pascua era el nombre que se le había dado a esta ceremonia conmemorativa del admirable acontecimiento de la salida de los hebreos de Egipto. La noche que salieron, el ángel destructor entró en cada casa y quitó la vida de los primogénitos, desde el que se sentaba sobre el trono real hasta el primogénito del esclavo más bajo…
El Señor dio a los hebreos instrucciones especiales para que cada familia sacrificara un cordero y asperjara su sangre sobre los postes de la puerta, de modo que cuando el ángel destructor pasara por allí en su misión de muerte, la sangre sobre los postes de la puerta constituyera una señal que identificara a los moradores de la casa como adoradores del verdadero Dios. El ángel de la muerte pasaba por alto las casas designadas de esa manera. Los hebreos recibieron la orden de estar preparados para comenzar su viaje aquella noche memorable…
De acuerdo con las instrucciones divinas, todos estaban preparados para el comienzo de su viaje, listos a escuchar la orden de marcha para salir de Egipto…
Aunque la institución de la pascua apuntaba hacia el pasado, a la liberación milagrosa de los hebreos, también apuntaba hacia el futuro, mostrando la muerte del Hijo de Dios antes que sucediera. Durante la última pascua que el Señor celebró con sus discípulos, instituyó la cena del Señor en lugar de la pascua, para que se observara como recordativo de su muerte. Ya no tendrían más necesidad de la pascua, porque él, el gran Cordero representado, estaba listo para ser sacrificado por los pecados del mundo. En la muerte de Cristo la figura se encontró con la realidad.—The Youth’s Instructor, mayo de 1873.
========================
DEVOCIONAL
EXALTAD A JESÚS
Elena G. de White
(1160)