17 de enero 2022 | Devoción Matutina para Adolescentes 2022 | Operación tormenta del desierto

«Se desató entonces una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron al dragón; este y sus ángeles,
a su vez, les hicieron frente» (Apocalipsis 12:7, NVI).

En agosto de 1990, los tanques de la Guardia Republicana iraquí cruzaron la frontera con Kuwait y rápidamente tomaron el control del pequeño país. Casi con la misma rapidez, Estados Unidos inició la Operación Escudo del Desierto en señal de protesta, asegurando que Irak no pudiera ingresar al país rico en petróleo de al lado, Arabia Saudita.
Las Naciones Unidas pidieron a Irak que retirara inmediatamente sus tropas de Kuwait, con la aprobación entusiasta de veintiocho países. Entonces comenzó una de las guerras más rápidas de la historia de los Estados Unidos: la Operación Tormenta del Desierto. En solo cuatro días, el ejército de los Estados Unidos hizo retroceder al ejército iraquí de Kuwait y obligó a cientos de miles de soldados a rendirse. Fue el 17 de enero de 1991.
Desde 1979, Saddam Husséin era considerado uno de los líderes más autoritarios de la era moderna. Cuando sus generales militares le desagradaban, a veces los mandaba ejecutar. Si los jugadores de su equipo de fútbol volvían a casa derrotados, los mandaba torturar. Saddam Husséin libró una guerra civil contra grupos de población que percibía como políticamente opuestos, y mató a miles de ellos. Cuando invadió Kuwait, Estados Unidos y sus aliados le dieron un ultimátum: salgan o sufran las consecuencias. Como cualquier guerra, la Operación Tormenta del Desierto fue terriblemente destructiva.
Hubo una vez otra guerra, pero una de mucho mayor envergadura. Satanás se rebeló contra Dios en el cielo, y como era de esperar, fue expulsado. Continuó su lucha aquí en la Tierra, ejecutando a los fieles y torturando y matando a millones.
Pero el Dios del cielo protestó por este trato a sus hijos, y la resurrección de Jesús de entre los muertos selló la derrota final de Satanás. En esta tormenta de nuestro desierto, la guerra está decidida. Lo único que queda es que tú y yo decidamos si aceptamos o no nuestra liberación por medio de Cristo.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES 2022



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