15 de septiembre 2020 | Devoción Matutina para Adolescentes 2020 | Nicola Yoon

“Hemos nacido para soñar y para convertir en realidad aquello con lo que soñamos”.

UNA IDEA GENIAL PARA CADA DÍA

Lecturas Devocionales para Adolescentes 2020

 

«Pero ustedes, ¡manténganse firmes y no bajen la guardia, porque sus obras serán recompensadas!»(2 Crón. 15:7).

 

William Kamkwamba tenía tantas ganas de ir al colegio que entraba a hurtadillas a clases. Esto era necesario porque la secundaria en su país de Malawi costaba dinero, y su familia no podía darse ese lujo. Acababan de sobrevivir a una hambruna, y todos ellos estaban mucho más delgados que el año anterior.

William quería estudiar porque no quería ser un granjero. Él quería hacer más que cosechar maíz por el resto de su vida.

Cuando fracasaron sus intentos por entrar a clases a hurtadillas, fue a la biblioteca. Allí encontró un libro que le dio la idea de construir un molino que generara electricidad. La casa de su familia no tenía electricidad. Las lámparas de kerosén proveían una luz tenue a la tardecita. Si tenía éxito, él podía proveer luz clara sin costo alguno.

William revisó el basural en busca de partes. Encontró pedazos de una tubería de plástico. Las cortó a lo largo, y suavizó las piezas largas sobre el fuego hasta que las dejó planas, para usarlas como astas para su molino. Usó un viejo ventilador de radiador como buje y Lo unió a la manivela de la bicicleta de su padre. Un pequeño generador apoyado sobre la llanta de la bicicleta que rotaba hacía electricidad.

Él y sus amigos construyeron una torre tambaleante con árboles de eucalipto de goma azul. Los vecinos, y hasta su propia madre, pensaron que estaba Loco. Pero, cuando el viento comenzó a hacer girar las astas y la bombilla de luz que William sostenía en su mano se encendió, los vecinos estaban asombradísimos. Se reunieron debajo de su torre fascinados. Preguntaron si podían cargar sus teléfonos.

Las noticias del logro de William se esparcieron por su pequeño poblado. Pronto, algunos se ofrecieron para pagarle una educación secundaria. Con el tiempo, obtuvo una beca para estudiar en el Colegio Dartmouth, en los Estados Unidos.

Él termina su libro The Boy Who Harnesed the Wind[El niño que domó el viento] diciendo: «Piensa en tus sueños e ideas como en diminutas máquinas de milagros dentro de ti que nadie más puede tocar. Cuanta más fe pongas en ellos, más grandes se hacen, hasta que un día te elevarán y te llevarán con ellos». Kim

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES 2020



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