14 de enero 2022 | Devoción Matutina para Adolescentes 2022 | La cesárea

«Sabemos que, hasta el día de hoy, toda la creación gime de angustia como si tuviera dolores de parto» (Romanos 8:22, NTV).

Nadie sabe con certeza cómo se originó el término «cesárea» para la extracción quirúrgica de un bebé del vientre de su madre, pero existen varias teorías.
Una de ellas es que uno de los antepasados de Julio César nació así. Otra es que el término proviene simplemente de la palabra caedere, que significa cortar.
En toda Europa solo se habían realizado con éxito 79 operaciones de este tipo en los trescientos años anteriores, y en la mayoría de esos casos la madre había perdido la vida. La primera operación de cesárea con éxito en los Estados Unidos fue realizada en una cabaña de troncos en Edom, Virginia, por el doctor Jessee Bennett el 14 de enero de 1794. El doctor Bennett había pedido a otro médico local, Alexander Humphrey, que le ayudara, pero el doctor Humphrey se negó. Temía que la operación supusiera un riesgo demasiado grande y que no tuviera éxito. Después de todo, nunca se había hecho una cesárea en los Estados Unidos. ¿Y quién era la paciente? La esposa del doctor Bennett, Elizabeth Hog Bennett. ¡Qué dilema! La visión médica de la época consideraba tal operación imposible tanto desde el punto de vista quirúrgico como ético. Se aconsejaba a los médicos que dejaran tales situaciones en manos de Dios.
Pero el doctor Bennett sabía que las probabilidades estaban en contra de él y de su esposa. Si no la operaba y ella moría, su muerte sería considerada un acto de Dios. Por otro lado, si la operaba y ella moría, él sería considerado un asesino.
En cualquier caso, no podría ganar a menos que la operación fuera un éxito. Con la ayuda de dos esclavos, el doctor Bennett llevó a cabo la operación en una tosca mesa hecha con dos tablones de madera colocados sobre dos barriles. Los ayudantes sujetaron a la paciente mientras el médico administraba a Elizabeth una dosis de opio, un analgésico de uso común en aquella época. Y, maravilla de las maravillas, tanto la madre como el bebé sobrevivieron. ¡Lo consiguió! Increíble para la época.
Hoy nuestro mundo está en problemas. Embarazada de pecado y sufrimiento, toda la creación clama por ser liberada, y solo Dios puede realizar la operación necesaria. Él es el Creador de todas las cosas y el Gran Médico. Ha prometido liberarnos y sacarnos de este viejo y malvado mundo, y podemos confiar en que lo conseguirá.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES 2022



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