13 de septiembre 2021 | Devoción Matutina para Adultos 2021 | La gloria de Pablo

“Pues ¿cuál es nuestra esperanza, gozo o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida? Vosotros sois nuestra gloria y gozo” (1 Tesalonicenses 2:19, 20).

LA GRAN ESPERANZA de Pablo era encontrarse con los salvos de todos los tiempos y compartir la eternidad. Su corazón estaba lleno de esta esperanza. Se gozaba en esos creyentes con los que soñaba con presentar ante el Señor en el día final, cual tesoros rescatados del gran conflicto del pecado. Esos fieles ante el trono y ante el Rey serían su gloria. Un detalle, que no es menor, potencia esta historia. La alegría de Pablo y la de Cristo coinciden.
“Después de ese terrible sufrimiento, él verá la luz / Se sentirá satisfecho
con todo lo que experimentó. / Mi siervo, que siempre hace lo justo, salvará a muchos, /
y cargará con el castigo que merecían las maldades de ellos”. (Isa. 53:11, PDT)
Tanto el Pan de vida como el distribuidor del pan
se realizan en la salvación de las almas.
El deseo del apóstol de visitar a sus conversos, fortalecería su fe y su compromiso con la verdad, y le daba más valor para enfrentar la persecución. Cuánto ánimo produjo en aquellos creyentes saber que eran la esperanza, la corona, el gozo y la gloria del apóstol.
En aquellos días había dos tipos de coronas. Una era la diadema real, símbolo de autoridad y majestad. Otra era una corona olímpica de laurel, símbolo de victoria y celebración que se concedía a los vencedores en los juegos realizados por los antiguos griegos en la ciudad de Olimpia. Pablo no se refiere aquí a la corona de justicia que el Señor dará en su venida sino a la guirnalda de victoria. La corona de Pablo es una guirnalda de laurel por la victoria de sus conversos.

“Se nos permite unirnos con él en la gran obra de redención
y participar con él de las riquezas que ganó por las aflicciones
y la muerte” (El discurso maestro de Jesucristo, p. 77)
“La evidencia de su apostolado está escrita en los corazones
de sus conversos y atestiguada por sus vidas renovadas.
Cristo se forma en ellos como la esperanza de gloria”
(Los hechos de los apóstoles, p. 264).
Si nuestra guirnalda de gloria es la honra
de ganar almas para Cristo, en breve el Señor
cambiará el laurel perecedero y frágil
por la diadema imperecedera y eterna.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2021



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