12 de septiembre | Maranata: El Señor viene | Elena G. de White | Se termina la gracia

El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía. Apocalipsis 22:11.

Cuando el juicio investigador haya acabado su obra, el destino de todo ser humano habrá sido decidido para vida o para muerte. El tiempo de gracia termina un poco antes de la aparición del Señor en las nubes de los cielos.—The Review and Herald, 9 de noviembre de 1905.
Los burladores llamaban la atención a las cosas de la naturaleza—a la sucesión invariable de las estaciones, al cielo azul que nunca había derramado lluvia, a los verdes campos refrescados por el suave rocío de la noche—, y exclamaban: “¿No habla acaso en parábolas?” Con desprecio declaraban que el predicador de la justicia era fanático rematado; y siguieron corriendo tras los placeres y andando en sus malos caminos con más empeño que nunca antes. Pero su incredulidad no impidió la realización del acontecimiento predicho. Dios soportó mucho tiempo su maldad, dándoles amplia oportunidad para arrepentirse, pero a su debido tiempo sus juicios cayeron sobre los que habían rechazado su misericordia.
Cristo declara que habrá una incredulidad análoga respecto a su segunda venida. Así como en tiempo de Noé los hombres “no entendieron hasta que vino el diluvio, y los llevó a todos; así—según las palabras de nuestro Salvador—será la venida del Hijo del Hombre”. Mateo 24:39 (VM). Cuando los que profesan ser el pueblo de Dios se unan con el mundo, viviendo como él vive y compartiendo sus placeres prohibidos; cuando las campanas repiquen a bodas, y todos cuenten en perspectiva con muchos años de prosperidad mundana, entonces, tan repentinamente como el relámpago cruza el cielo, se desvanecerán sus visiones brillantes y sus falaces esperanzas.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 386, 387.
Los acontecimientos relacionados con el fin del tiempo de gracia y la preparación para el tiempo de angustia han sido presentados con claridad. Pero hay miles de personas que comprenden estas importantes verdades de modo tan incompleto como si nunca hubiesen sido reveladas. Satanás procura arrebatar toda impresión que podría llevar a los hombres por el camino de la salvación.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 652.

DEVOCIONAL ADVENTISTA
MARANATA: EL SEÑOR VIENE
Elena G. de White

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