12 de agosto | Devocional: Conflicto y Valor | Profeta reluctante
Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Jonás 1:2.
A pesar de lo impía que Nínive había llegado a ser, no estaba completamente entregada al mal. El que “vio a todos los hijos de los hombres”. Salmos 33:13… percibió que en aquella ciudad muchos procuraban algo mejor y superior… Dios se les reveló en forma inequívoca, para inducirlos, si era posible, a arrepentirse.
El instrumento escogido para esta obra fue el profeta Jonás… Si el profeta hubiese obedecido sin vacilación, se habría ahorrado muchas experiencias amargas, y habría recibido abundantes bendiciones. Sin embargo, el Señor no abandonó a Jonás en su hora de desesperación. Mediante una serie de pruebas y providencias extrañas, debía revivir la confianza del profeta en Dios y en su poder infinito para salvar…
Una vez más se encargó al siervo de Dios que fuera a dar la advertencia a Nínive… Al entrar Jonás en la ciudad, comenzó en seguida a pregonarle el mensaje: “De aquí a cuarenta días Nínive será destruida”. Iba de una calle a la otra, dejando oír la nota de advertencia.
El mensaje no fue dado en vano. El clamor que se elevó en las calles de la ciudad impía se transmitió de unos labios a otros, hasta que todos los habitantes hubieron oído el anunció sorprendente. El Espíritu de Dios hizo penetrar el mensaje en todos los corazones, e indujo a multitudes a temblar por sus pecados, y a arrepentirse en profunda humillación… Su condenación fue evitada; el Dios de Israel fue exaltado y honrado en todo el mundo pagano, y su ley fue reverenciada. Nínive no debía caer hasta muchos años más tarde, presa de las naciones circundantes, porque se olvidó de Dios y manifestó un orgullo jactancioso…
Esto constituye una lección para los mensajeros que Dios envía hoy, cuando las ciudades de las naciones necesitan tan ciertamente conocer los atributos y propósitos del verdadero Dios, como los ninivitas de antaño… La única ciudad que subsistirá es aquella cuyo artífice y constructor es Dios… El Señor Jesús invita a los hombres a luchar con ambición santificada para obtener la herencia inmortal. La Historia de Profetas y Reyes, 198, 199, 201, 202, 204, 205.
DEVOCIONAL: CONFLICTO Y VALOR
Elena G. de White
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