12 de agosto 2020 | Devoción Matutina para Jóvenes | William Barret Travis

Por lo tanto, pónganse todas las piezas de la armadura de Dios para poder resistir al enemigo en el tiempo del mal. Así, después de la batalla, todavía seguirán de pie, firmes. Efesios 6:13.

– Santa Anna viene en camino con 5 mil mexicanos -advirtió el Teniente Coronel William Travis a su grupo de 150 téjanos-. No hay modo de defender a toda la ciudad de San Antonio. Tendremos que acuartelarnos en El Álamo y resistirlos hasta que lleguen refuerzos.

-Buen plan -dijo Davy Crockett.

-¿Cuánto tiempo creen que podamos detenerlos? -preguntó James Bowie.

-Diez días… Tal vez, dos semanas -respondió Travis-. Seguramente vendrá el refuerzo mucho antes. De cualquier manera, no tenemos otra opción que renunciar a San Antonio y dejárselo a Santa Anna. Defender la ciudad está más allá de nuestras posibilidades. No debemos perder terreno. Hay que mantenerse firmes.

Cinco días después de iniciado el sitio, un mensajero lleno de lodo y mojado entró en el pueblecito fronterizo llamado Wáshington-en-el-Brazos con el siguiente mensaje de Travis:

«Al pueblo de Texas y a todos los americanos en el mundo. […] El enemigo exige que nos rindamos. […] He respondido a esa demanda con disparos de cañón, y nuestra bandera aún flamea orgullosamente en la muralla. […] Nunca me rendiré ni retrocederé. […] Acudan a nuestro auxilio pronto».

El día 5 de marzo, los fusiles de El Álamo permanecieron en silencio. Se les estaban acabando las municiones. Santa Anna y sus hombres escalaron los muros y mataron a los defensores del fuerte que quedaban aún con vida. Los téjanos lucharon valientemente hasta el mismo fin. Usaban sus fusiles como garrote. Habían permanecido fieles al mandato de su comandante: «Nunca rendirse ni retroceder».

¿Estás listo para luchar por Cristo hasta el fin? Puede que un día tengas que hacerlo. Entonces, necesitarás el valor de William Travis para mantenerte firme. ¿Tendrás tanto valor? Si ahora das marcha atrás, avergonzado de Cristo, lo harás también entonces. Si ahora te rindes ante las pequeñas tentaciones de Satanás, será mucho más fácil hacerlo cuando vengan las pruebas más grandes. Ahora es el momento de vestirnos con toda la armadura de Dios. Ahora es el momento de decidir «Nunca me rendiré ni retrocederé».

DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2020



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