12 de agosto 2020 | Devoción Matutina para Adolescentes 2020 | Elena G. de White

“No se exhala un suspiro, no se siente un dolor, ni ningún agravio atormenta el alma, sin que haga también palpitar el corazón del padre”

UNA IDEA GENIAL PARA CADA DÍA

Lecturas Devocionales para Adolescentes 2020

 

«Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestras dolores”.( Isa.53:4)

 

La vida no es justa. Así son las cosas. No es para ponerse a llorar. De hecho, llorar es una de las formas en que la vida es injusta. Si eres mujer, tienes permiso para llorar a cualquier edad. Y puedes lloriquear por cualquier

cosa: películas tristes, películas felices, un mal corte de pelo, un frasco que no se quiere abrir. Las mujeres tratan el llanto de la misma forma en que los hombres tratan los eructos: es algo por lo que te disculpas, pero no lo evitas.

Pero, para los varones es más difícil. Al crecer, no queremos que nadie nos vea lloriquear. Los hombres se angustian ante la idea de que llorar los haga parecer débiles e inestables. Y es cierto. No quieres ver al presidente de tu país saliendo en la televisión y poniéndose a llorar mientras dice cuánto se ha esforzado por ser amable y llevarse bien con el Congreso, pero que ellos siguen diciendo cosas hirientes a su espalda, y (sollozos) está a punto de arrancarse los pelos.

Así que eso es un poco injusto: que las chicas generalmente no teman llorar, pero los chicos sí. Sin embargo, hay una excepción. Jesús no le tenía miedo a nada… ni siquiera a llorar. La Biblia dice que «Jesús lloró» ante la tumba de su amigo Lázaro. No queda en claro inmediatamente porqué lloró, porque él sabía que estaba por resucitar a su amigo de entre los muertos.

Una explicación es que sintió la tristeza de María y Marta, las hermanas de Lázaro, y de los otros dolientes que había a su alrededor. Cada lágrima era evidencia de su amor por la gente y su simpatía por sus sentimientos.

Eso es algo que puedes recordar la próxima vez que te sientas triste. Jesús se preocupa y simpatiza contigo. Ya sea que te permitas llorar en voz alta o no, Jesús siente tu dolor. Kim

 

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES 2020



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