11 de septiembre | Devocional: En los lugares celestiales | Tan firmes como Daniel
Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no me avergoncé; por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado. Isaías 50:7.
Los jóvenes tienen un ejemplo en Daniel, y si son fieles al principio y al deber serán instruidos como él lo fue. De acuerdo con la sabiduría del mundo, él y sus tres compañeros tenían toda la ventaja asegurada a su favor. Pero aquí debía sobrevenirles su primera prueba. Su principios tenían que entrar en colisión con los reglamentos y órdenes del rey. Debían comer el alimento colocado sobre su mesa y beber su vino… Después de cuidadosa consideración de causa a efecto, Daniel “propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse”. Daniel 1:8.
Este pedido no fue presentado con un espíritu desafiante, sino solicitado como un gran favor… Daniel y sus compañeros … fueron corteses, bondadosos, respetuosos, poseían la gracia de la mansedumbre y la modestia. Y ahora que Daniel y sus compañeros fueron llevados a la prueba, se colocaron totalmente del lado de la justicia y de la verdad. No actuaron caprichosamente, sino inteligentemente. Decidieron que así como la carne no había compuesto su dieta en el pasado, tampoco sería incluida en su dieta en el futuro; y como el uso del vino había sido prohibido a todos los que debían ocuparse en el servicio de Dios, decidieron que no participarían de él…
Daniel y sus compañeros no sabían cuál sería el resultado de su decisión. Sólo sabían que podría costarles la vida, pero determinaron mantenerse en el recto camino de la estricta temperancia aun en la corte de la licenciosa Babilonia …
Esos detalles fueron registrados en la historia de los hijos de Israel [264] como una amonestación a todos los jóvenes.—Manuscrito 51, 1898.
DEVOCIONAL: EN LOS LUGARES CELESTIALES
Elena G. de White
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