10 de enero 2021 | Devoción Matutina para Adultos 2021 | ¿Transpiración o milagros?

 

“Apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto” (Hechos 14:19).

El sudor es un líquido compuesto por C02 (dióxido de carbono) y vapor de agua (H20), que segregamos por los poros de la piel, y en mayor cantidad cuando la temperatura ambiental es elevada. Se produce también cuando el cuerpo genera calor, como cuando hacemos ejercicio, y ante situaciones de estrés. Entre las funciones de la transpiración podemos destacar la termorregulación corporal, la eliminación de toxinas y la refrigeración.

Más allá de lo fisiológico, también usamos la expresión para ilustrar el grado de identificación con un ideal o con una causa. Si decimos que alguien “transpira” o “suda la camiseta” es porque está identificado y totalmente comprometido con una actividad.

Por su parte, un milagro es una intervención divina. Es un acto sobrenatural que se percibe o recibe a través de la fe. Para otros, es tan solo una hipótesis que pretende explicar ciertos fenómenos sin ninguna comprobación científica posible. Y para los que no quieren creer, un milagro es una apreciación subjetiva o una debilidad del necesitado corazón humano.

Hechos 14 menciona que Pablo fue apedreado en Iconio, que lo arrastraron fuera de la ciudad y lo dejaron, dándolo por muerto. Auxiliado por algunos hermanos, Pablo se levantó, y se dirigió a Derbe para seguir predicando. Todavía las manchas de sangre no se habían secado en su túnica, y él seguía adelante con su misión.

Después de anunciar el evangelio en aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvió a Listra, Antioquía e Iconio, para seguir predicando, aun en medio de tribulaciones, a fin de extender el reino de Dios.

De este modo, Pabló visitó las principales ciudades del mundo entero de aquel entonces. Es verdad que muchos milagros acompañaron el ministerio de Pablo, pero también es verdad que él se entregaba por completo a la causa. “¡Ay de mí si no anunciara el evangelio!”, exclamó (1 Cor. 9:16).

¿Estamos hoy precisando más transpiración, más identificación y más compromiso? ¿Necesitamos más comunión, más enfocarnos en la misión y más milagros? ¿Acaso no necesitamos desintoxicarnos de egoísmo y orgullo, manteniendo la temperatura ideal del primer amor, refrigerada permanentemente por Cristo, nuestra Fuente de la vida?

“El secreto del éxito estriba en la unión de lo divino con el esfuerzo humano. Los que logran los mayores resultados son los que confían más implícitamente en el brazo todopoderoso” (Patriarcas y profetas, pp. 508, 509).

El Señor hizo muchos milagros de la nada, pero también hizo muchos milagros sobre la base de la transpiración.

Actuemos como si todo dependiera de nosotros, confiemos como si todo dependiera de Dios.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2021

SU GRACIA ES SUFICIENTE

Pr. Bruno Raso

Lecturas devocionales para Adultos 2021



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