1 de octubre 2021 | Devoción Matutina para Adultos 2021 | Creer, retener y vivir

“Así que, hermanos, estad firmes y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra o por carta nuestra. Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones y os confirme en toda buena palabra y obra” (2 Tesalonicenses 2:15-17).

MARK FINLEY CUENTA que ciertos investigadores en Estados Unidos estudiaban el sistema nervioso central queriendo descubrir cuánta presión era capaz de soportar un individuo. En el experimento colocaron un cordero en un corral con doce puntos de alimentación. En todos había un estímulo eléctrico. Cuando el cordero comía, los investigadores le aplicaron una descarga eléctrica. El cordero retrocedió, salió corriendo y nunca más regresó donde había sido dañado. Ellos continuaron el experimento, aplicándole descargas en todos los puntos de alimentación hasta que el cordero temblando, cayó muerto producto de la tensión nerviosa.
Luego los investigadores pusieron al gemelo de este cordero en el mismo corral, pero junto con su madre. Cuando este estaba comiendo, los investigadores le dieron una descarga eléctrica. Inmediatamente el cordero corrió y se acurruco junto a su madre. Para asombro de los investigadores, después de unos minutos, el corderito volvió al punto de alimentación, donde se le había aplicado la descarga. Los investigadores nuevamente hicieron lo mismo. En ese momento, el cordero simplemente miró a su madre y siguió comiendo.
¿Cómo refugiarnos permanentemente en “nuestro Cordero” para enfrentar las descargas eléctricas del enemigo que buscan nuestro agotamiento y muerte? Veámoslo. Creer en la Palabra. Dios ama a todos, pero ese amor se hace valido en los que creen.
Dios elige, pero es necesario que aceptemos.
Dios llama, pero es necesario que abramos.
El enemigo seduce e impone, Dios ofrece y ruega.
Retenerla Palabra. Pablo anticipó una rebelión futura contra la verdad. Esta debería ser retenida, guardada y custodiada. Las mentiras del enemigo se contraponen con la verdad de la Palabra.
“La paz, si es posible; pero la verdad, a cualquier precio” (Lutero);
pues “mantener la verdad de Cristo en la iglesia es más importante
que mantener la paz” (John C. Ryle).
Vivir la Palabra. No basta con creer y guardar. Hay que vivir la Palabra y aplicarla
a diario. Decir que creemos, retenemos y no vivimos es hipocresía.
Solo “acurrucados” en el Cordero podemos creer, retener y vivir
la verdad y solo creyendo, reteniendo y viviendo la verdad,
en breve podremos pasar de este corral de pecado
al redil definitivo del Señor.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2021



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