7 de Octubre | Mi vida Hoy | Elena G. de White | En el hogar

Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me tuvieren en poco, serán viles. (1 Sam. 2:30)

Tratad de que la vida del hogar se asemeje en lo posible al Cielo. (MS 93, 1901)

En el hogar se echan los cimientos para la prosperidad de la iglesia. Las influencias que rigen la vida del hogar se prolongan en la vida de la iglesia; por lo tanto, los deberes para con ella deben comenzar primero en el hogar. (ST, 01-09-1898)

Los que gobiernan su familia como se debe, ejercerán una influencia de orden y reverencia dentro de la iglesia. (RH, 19-02-1895)

Los padres y las madres que ponen a Dios en primer lugar en su familia, que enseñan a sus hijos que el temor del Señor es el principio de la sabiduría, glorifican a Dios delante de los ángeles y delante de los hombres…Cristo no es un extraño en sus hogares; su nombre es un nombre familiar, venerado y glorificado. Los ángeles se deleitan en un hogar donde Dios reina supremo, y donde se enseña a los niños a reverenciar la religión, la Biblia y al Creador. Las familias tales pueden aferrarse a la promesa: «Yo honraré a los que me honran.» (4TS:104)

El sagrado privilegio de comulgar con Dios aclara y define la visión de las cosas gloriosas que se han preparado para los que aman a Dios y reverencian sus mandamientos. Debernos infundir reverencia a nuestra vida diaria…

Complicamos nuestros deberes diarios de la vida con demasiadas cosas mezquinas y comunes, y por eso no vemos al invisible. De esa manera perdemos muchas y ricas bendiciones dentro de nuestra experiencia religiosa. (Carta 14, 1900)

La verdadera reverencia se revela mediante la obediencia. Dios no exige nada que no sea esencial, y no hay mejor manera de manifestar la reverencia que tanto le agrada que obedeciendo sus palabras. (CPT:111)

DEVOCIONAL ADVENTISTA

MI VIDA HOY

Reflexiones para cada día

Elena G. de White

(1908)

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Devocional, Mi vida Hoy

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