5 de Octubre | Mi vida Hoy | Elena G. de White | Por su nombre

Santo y terrible es su nombre. (Salmo 111:9)

También se debería mostrar reverencia hacia el nombre de Dios. Nunca se debería pronunciar ese nombre con ligereza o indiferencia. Hasta en la oración se debería evitar su repetición frecuente o innecesaria. (Ed:238)
Los que están vinculados a Dios por un pacto, están comprometidos a hablar de él en la forma más respetuosa y reverente…
Los juramentos y las palabras pronunciadas en forma de tales, deshonran a Dios. El Señor ve y oye, y no tendrá por inocente al transgresor. No será burlado. Los que toman el nombre del Señor en vano, descubrirán que es terrible caer en las manos del Dios viviente. (MS 126, 1901)
Al mencionar irreflexivamente a Dios en la conversación corriente, al apelar a él en situaciones sin importancia, y al repetir su nombre con frecuencia y sin pensar, deshonrándolo, estamos deshonrándolo. (MS 1, 1891)
¡Qué vagas nociones en cuanto a la santidad de Dios tienen algunos, y con cuánta frecuencia toman su santo y terrible nombre en vano, sin comprender que están hablando de Dios, del Dios grande y terrible. Cuando oran, muchos usan expresiones descuidadas e irreverentes que contristan el tierno Espíritu de Dios e impiden que sus oraciones lleguen al cielo. (PE:70)
Para santificar el nombre del Señor, se requiere que las palabras, que empleemos al hablar del Supremo sean pronunciadas con reverencia. «Santo y terrible es su nombre.» No debemos considerar nunca superficialmente los títulos ni los apelativos de la Deidad. En la oración entramos en la sala de audiencia del Altísimo; y debemos comparecer ante él con respeto sagrado. Los ángeles velan sus rostros en su presencia. Los querubines y los esplendorosos y sagrados serafines se acercan a su trono con reverencia solemne. ¡Cuánto más debemos nosotros, seres finitos y pecadores, acudir en forma reverente delante del Señor, nuestro Creador! (DMJ:89-90)

DEVOCIONAL ADVENTISTA
MI VIDA HOY
Reflexiones para cada día
Elena G. de White

(1674)

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Devocional, Mi vida Hoy

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