3 de diciembre | Una religión radiante | Elena G. de White | La gloriosa recompensa de los obreros fieles

«El Señor ha hecho maravillas por nosotros y estamos alegres. Señor, haznos renacer como a torrentes del Neguev. Los que siembran entre lágrimas, cosecharán entre cánticos. Al ir, va llorando el que lleva las semillas; pero volverá entre cantos trayendo sus gavillas». Salmo 126: 3-6, LPH

LOS QUE SIEMBRAN la sagrada semilla de la verdad recogerán una cosecha de gozo. — Testimonios para los ministros, cap. 6, p. 173.
Gloriosa será la recompensa concedida cuando los obreros fieles se reúnan en derredor del trono de Dios y del Cordero. Cuando, en su estado mortal, Juan contempló la gloria de Dios, cayó como muerto; no pudo soportar la visión. Pero cuando los hijos de Dios hayan recibido la inmortalidad, lo verán «tal como él es» (1 Juan 3: 2). Estarán delante del trono, aceptos en el Amado. Todos sus pecados habrán sido borrados, todas sus transgresiones expiadas. Entonces, podrán mirar sin velo la gloria del nono de Dios. Habrán participado con Cristo en sus sufrimientos, habrán colaborado con él en el plan de la salvación, y participarán con él del gozo de ver los redimidos en el reino de los cielos, para alabar allí a Dios durante toda la eternidad.— Testimonios para ¡a iglesia, t. 9, p. 227. .
«¡Miren qué amor tan inmenso el del Padre, qm nos proclama y nos hace ser hijos suyos! Si el mundo nos ignora, es porque no conoce a Dios.
Ahora, queridos, somos hijos de Dios, aunque todavía no se ha manifestado lo que hemos de ser. Pero sabemos que el día en que se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Esta esperanza que hemos puesto en él es la que nos va perfeccionando, como él es perfecto». 1 Juan 3: 1-3, LPH

DEVOCIONAL ADVENTISTA
UNA RELIGIÓN RADIANTE
Reflexiones diarias para una vida cristiana feliz
Elena G. de White

(949)

DEJA UN COMENTARIO

Comentarios

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*