27 de junio | Devocional: Ser Semejante a Jesús | Representar a Cristo en cada circunstancia

Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Romanos 12:3.

Vivan para algo además del yo. Si sus motivos son puros y abnegados, si siempre están buscando el trabajo que alguien debe hacer, si siempre están atentos para mostrar atenciones bondadosas y actos de cortesía, inconscientemente están edificando su propio monumento. En la vida de hogar, en la iglesia y en el mundo están representando a Cristo en carácter. Esta es la obra que Dios nos invita a todos… a realizar…

Que sus aspiraciones y motivos sean puros. En cada transacción comercial, sean estrictamente honrados. Aunque se sientan tentados, no engañen ni mientan en lo más mínimo. A veces un impulso natural puede tentar a alejarse del camino recto de la honradez, pero no varíen ni en el grosor de un cabello. Si en algún asunto han hecho una declaración acerca de lo que harán, y después descubren que han favorecido a otro contra sus propios intereses, no se alejen ni un milímetro del principio. Cumplan su convenio.

Al tratar de cambiar sus planes, demostrarán que no son dignos de confianza.

Y si se desdicen en las pequeñas transacciones, también lo harán en las de mayor cuantía. En tales circunstancias, algunos se sienten tentados a engañar, diciendo:

“No me comprendieron. Han hecho decir a mis palabras más de lo que yo quería”.

La verdad es que en realidad querían decir lo que dijeron, pero, perdido el buen impulso, quisieron anular su convenio para que no les resultara perjudicial. El Señor quiere que hagamos justicia, que amemos la misericordia, la verdad y la rectitud…

Los hombres y las mujeres están destituidos de las virtudes de carácter requeridas para edificar la iglesia. No son capaces de trazar métodos y planes de un carácter saludable y sólido. Son deficientes en las mismas calificaciones que son esenciales para la prosperidad de la iglesia. Es esta clase de educación la que necesita cambiarse por una educación que sea firme y sensible, en armonía con los principios de la Biblia.—Manuscript Releases, 343, 344. Ver Conducción del Niño, 142.

DEVOCIONAL SER SEMEJANTE A JESÚS

Elena G. de White

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