23 de diciembre | Mi vida Hoy | Elena G. de White | Él enseñará a los redimidos

Y serán todos enseñados de Dios. (Juan 6:45)

Los alumnos de la escuela de Cristo jamás se gradúan. Entre los alumnos hay jóvenes y ancianos. Los que prestan atención constante a las enseñanzas del Divino Maestro continuamente adquieren mayor sabiduría, refinamiento y nobleza de espíritu, y así se preparan para entrar en el colegio superior, donde el progreso se prolongará por toda la eternidad…
Para morar eternamente en ese hogar bienaventurado, para ostentar en el alma, cuerpo y espíritu no las tenebrosas huellas del pecado y la maldición, sino la perfecta semejanza de nuestro Creador; para adquirir mayor sabiduría, ciencia y santidad durante los siglos infinitos, explorando siempre nuevas esferas intelectuales, descubriendo constantemente nuevas maravillas y glorias, ampliando sin cesar nuestra capacidad de comprender, gozar y amar, y sabiendo que siempre nos aguardará mayor gozo, amor y sabiduría infinita, tal es la meta hacía la cual se dirige la esperanza del cristiano. (GH, 08-1882)
En el mundo venidero Cristo guiará a los redimidos junto al río de la vida y les enseñará maravillosas lecciones de verdad. Desenvolverá ante ellos los misterios de la naturaleza. Entonces los redimidos comprenderán que hay una mano superior que mantiene los mundos en su puesto. Advertirán la habilidad desplegada por el gran Artista al vestir de color las flores del campo, y comprenderán los propósitos del Padre misericordioso, que dispensa todo rayo de luz; entonces, juntamente con los santos ángeles, los redimidos elevarán himnos de gratitud y alabanza en reconocimiento del supremo amor de Dios por el ingrato mundo. Allí se comprenderá que «de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.» (RH, 03-01-1907)
El [Cristo] impartirá rico acopio de conocimientos. Desentrañará los misterios de las providencias divinas que en esta vida no podemos comprender. (Carta 242, 1908)
En este mundo debemos adquirir una educación que nos capacite para vivir con Dios por la eternidad. La educación que iniciemos aquí se perfeccionará en el cielo. No haremos más que entrar en un curso superior. (MS 16, 1895)

DEVOCIONAL MI VIDA HOY
Reflexiones para cada día
Elena G. de White

(1632)

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Devocional, Mi vida Hoy

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