21 de junio | Devocional: Dios nos cuida | Ninguno está libre de la tentación

Que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas. 1 Pedro 1:5-6.

No pensemos que la vida cristiana está exenta de la tentación. Las tentaciones vendrán sobre cada cristiano. El cristiano y el que no acepta a Cristo como su guía tendrán pruebas. La diferencia está en que el último está sirviendo a un tirano, haciendo sus viles tareas, mientras que el cristiano está sirviendo a Aquel que murió para darle vida eterna. No consideremos la prueba como algo extraño, sino como el medio por el cual somos purificados y fortalecidos. “Tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas”, Santiago amonesta, “sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”. Santiago 1:2-3.

En la vida futura comprenderemos las cosas que aquí nos dejaron grandemente perplejos. Nos daremos cuenta qué poderoso ayudador tuvimos y cómo los ángeles de Dios fueron comisionados para guardarnos a medida que

seguíamos el consejo de la Palabra de Dios.

A todos aquellos que lo reciben, Cristo les dará poder para llegar a ser hijos de Dios. El es una ayuda presente en todo tiempo de necesidad. Avergoncémonos de nuestra fe vacilante. Aquellos que son vencidos sólo pueden culparse a sí mismos por su fracaso al resistir al enemigo. Todos los que deseen pueden venir a Cristo y encontrar la ayuda que necesitan.

Está entre vosotros el poderoso Consejero de los siglos, invitándoos a colocar vuestra confianza en él. ¿Nos alejaremos de él hacia los indecisos seres humanos que están tan enteramente necesitados de Dios como nosotros?… ¿No hemos sido culpables de esperar tan poco que ni hemos pedido lo que Dios está anhelando dar?

“De las misericordias de Jehová haré memoria, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que Jehová nos ha dado, y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel… Porque dijo: Ciertamente mi pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador. En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó…” Isaías 63:7-9.

*Año bíblico: Salmos 40-45.

DEVOCIONAL DIOS NOS CUIDA

Elena G. de White

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