20 de noviembre | Mi vida Hoy | Elena G. de White | Se que mi redentor vive

Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo: y después de deshecha ésta mi piel, aun he de ver en mi carne a Dios. (Job 19:25-26)

Todos los seres humanos atraviesan por momentos de profundo desánimo y hondo abatimiento. Son días ésos en que nos domina la tristeza, y es difícil creer que Dios sigue siendo el bondadoso benefactor de sus hijos terrenales; en que las tribulaciones atormentan el alma, hasta el punto que se desea la muerte. Entonces es cuando muchos se desasen de Dios y caen en la esclavitud de la duda y el yugo de la incredulidad. Si en ocasiones tales, merced a la percepción espiritual, pudiéramos discernir el significado de las providencias divinas, veríamos que los ángeles están tratando de salvarnos de nosotros mismos, y luchando por afirmar nuestro pie sobre un cimiento más firme que las colinas eternas; entonces surgiría en nuestro ser nueva vida y fe.

En los días de tribulación y pesadumbre, el fiel Job declaró:… «Y así mi alma tuvo por mejor…la muerte más que mis huesos. Aburríme; no he de vivir yo para siempre; déjame, pues que mis días son vanidad.»

Más, aunque estaba cansado de la vida, no se lo dejó morir. Se le indicaron las posibilidades del futuro, y recibió el siguiente mensaje de esperanza: «Serás fuerte y no temerás: y olvidarás tu trabajo, o te acordarás de él como aguas que pasaron”…

Desde el más hondo desánimo y desaliento, Job se levantó hasta la cumbre de la confianza implícita en la misericordia y el poder salvador de Dios. Declaró triunfalmente: «Aunque me matare, en él esperaré». (PR:162-164) (339)

 

MI VIDA HOY

Reflexiones para cada día

Elena G. de White

(2290)

DEJA UN COMENTARIO

Comentarios

Category:

Devocional, Mi vida Hoy

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*